Se siente
muy cerca la hora de la libertad para Venezuela, se puede percibir hasta en el
humor de la gente que volveremos a ser un país libre. Es difícil mantenerse a
la espera de lo que ocurrirá, con las redes sociales a la mano, indagando en
cada noticia nueva para corroborar si es real o no. Se sienten tiempos de
cambio, estamos cerca de empezar el camino a la construcción del país que
siempre soñamos, del país que merecemos y del país con todos los recursos para
que sus ciudadanos salgan adelante. Sin embargo, veo con preocupación como
muchas personas ya están poniendo una gran cantidad de esfuerzo y tiempo en
idear su venganza contra aquellos que simpatizan (o simpatizaron alguna vez)
con la opción contraria.
Si
realmente queremos una Venezuela de cambio debemos empezar por cambiar nosotros
como Venezolanos. Tomar un gobierno para hacer revancha contra todos los que
apoyan ideas diferentes es el mismo escenario que dio pie a el chavismo, es lo
que puso al difunto Presidente Hugo Chávez a puntear las encuestas, y en
consecuencia ganar la presidencia de la república por un margen abismal de
votos, la gente buscaba un cambio, la gente buscaba venganza.
Repetir la
misma historia del ojo por ojo que implementó Hugo Chávez en su discurso y que
atrajo a millones de personas, no solamente es moral y cívicamente cuestionable,
sino que también será una piedra de tranca para que progresemos como país,
repetir esa historia será haber tomado e implementado el legado de odio de la
quinta república, ¿Queremos nosotros realmente ser los que día a día
implementan el legado de odio de Hugo Chávez? ¿No crees que sería mejor
dedicarnos a construir lo que queremos en vez de invertir tiempo y esfuerzo
culpando a otros por lo que no tenemos? La reconciliación es lo primero que
nuestro país necesita, de lo contrario, en 10 años o menos, tendremos un nuevo
gobierno de izquierda que tomará el poder nuevamente y apuntará las armas de la
república contra los que piensen diferente.
Quiero
aclarar que no estoy planteando el escenario de absolver de culpas a todos esos
politiqueros de oficio, militares y civiles que tomaron ventaja de la impunidad
que brindaba el gobierno comunista para cometer sus fechorías, la ley debe
aplicarse a todos por igual, y quienes hayan violado la ley de manera flagrante
y comprobable, deberán ser sancionados tal y como lo establece la constitución
de la república, sin embargo, la cacería de brujas deberá estar lejos de ser la
prioridad de los Venezolanos al finalizar la dictadura. No debemos juzgar al
ciudadano común por simpatizar con una opción diferente, recordemos que de
diferentes visiones es que se construye un país.
Si has
decidido odiar a todos aquellos que no piensan como tú, entonces ten en cuenta
que donde quiera que esté, Hugo Chávez debe estar muy orgulloso de ti, pues tú
estás siguiendo al pie de la letra su legado.
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